28 de diciembre - Tengo miedu...

Me arrepiento. Lo admito. Todo en exceso es malo, y hasta el sexo puede llegar a ser un arma verdaderamente peligrosa. Todo se remonta a cuando tenía 12 años. Fue cuando conocí a un chico de 13 con el que me dediqué a trabar una bonita amistad en un variado número de posturas durante cuatro años. Fue mi "campamento" en lo que a sexo se refiere y , pese a su heterosexualidad latente, se que a el tambien le encantaba lo que hacíamos.
El sexo siempre me pareció algo divertido. Es gratis, te sube la autoestima y además tienes orgasmos. Pocas cosas similares y gratis hay en el mundo. Nadie orgasmea respirando, ni andando, pese a que sea gratis. El único problema del sexo es que implica relacionarse con otras personas (si lo quieres vivir en su máximo esplendor, claro) y por ende, que no todo el mundo tiene el mismo estilo de vida hiper-saludable. Yo, por ejemplo, ni fumo, ni bebo, ni tomo drogas ni he hecho ninguna de esas tres cosas en los veinte años que llevo sobre este planeta. En un 99% de las veces he practicado el sexo con preservativo. Y aquí es donde vienen los problemas.
El 1%. Tienen nombre y apellidos, edad y localización concreta. Yo no tuve cabeza en ese momento, y aunque sospecho que deben estar mas sanos que un roble, la mente humana es compleja y estoy totalmente emparanoiado desde hace dias y dias.
Esta mañana he ido a Creu Blanca a hacerme los analisis. Hasta mañana por la mañana no sabré el resultado, y estoy tranquilo, dentro de lo que cabe. Pero pienso por un momento: mañana me dicen -en pocas palabras- si me muero a los 40 o a los 80. No se como se desarrollará el resto del dia ni si estoy preparado para recibir la noticia, sea buena o mala. Si es mala, el dia 9 me dedicaré "The Final Countdown" de EUROPE en mi programa de radio, pues mi humor negro siempre será igual de negro. Si es buena, creo que lo primero que haré será pegarme una buena cena a mi honor conmigo mismo y algún allegado.
Sería lo mejor que podría pasar para comenzar el año: trabajo más o menos estable, mi padre en proceso de curarse en un centro, mejor relación que nunca con mi madre y su marido y un hermano que ultimamente me quiere más de la cuenta. Quiero creer que, después del asqueroso año 2004 en el cual me han sucedido tantas cosas buenas que casi me he olvidado de las malas (que ha habido en abundancia), el 2005 será totalmente adorable. Pero eso no lo se yo. Lo sabe alguna doctora que en este justo momento tendrá los resultados de mis pruebas sobre su mesa.
He llamado a Andres, mi niño manchego. Tiene unos problemas tremendos en su casa y quiere venirse a currar a Barcelona. Aunque me muero de ganas por tenerlo aquí cerca mio, he de ser adulto y pedirle que vuelva a estudiar y que acabe la secundaria al menos.
Me he encontrado con Silvia en el autobus, alguien que comenzó siendo miembro del público de mi programa de radio y que se ha convertido en una más que buena amiga. Hemos hablado brevemente y me ha pedido que le haga saber mis resultados.
Es cuando más solo crees que estás cuando te das cuenta que más gente te quiere. Espero poder seguir queriendoles yo a ellos mucho tiempo.